Es el único Hijo de Dios. Jesucristo es parte de la Trinidad porque Dios existe en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Es nuestro Salvador, porque nos salvó de nuestra maldad y desobediencia que nos apartan de Dios, por eso él vino a buscarnos y salvarnos. Dios se acercó a nosotros a través de Jesucristo, se hizo hombre por amor a nosotros.
Jesucristo vivió sus días en esta tierra en obediencia perfecta a la santa ley de Dios, sin hacer nada contrario a Dios, y así tomó el castigo que merecemos por nuestras vidas rebeldes ante Dios para que fuésemos declarados justos por su cruz ante el tribunal de Dios.
Al resucitar demostró que es perfecto Dios y hombre, y que venció a la muerte, al pecado y ganó nuestra salvación, es decir que ahora podremos vivir con Él aquí y en la eternidad. De esta manera, salvó a todo aquel que se arrepienta y confíe en Él.